domingo, octubre 15, 2006

De los fósforos


Hoy prendi un fósforo y mientras se apagaba, pensé.

Algunos fósforos hay que intentar el conocido movimiento varias veces hasta que prenden, otros prenden fácilmente a la primera.

Algunos están humedos y simplemente no prenden, mientras otros se quiebran al primer intento.

Están los que duran bastante, pero otros se apagan altiro, sin razón aparente (sin el típico viento ni nada parecido).

Al final siempre luego de usarlos los apagamos, a veces jugamos un rato con ellos, les sacamos la cabeza y dibujamos algo con el carbon o qué sé yo, no pocas cosas se pueden hacer con un fósforo quemado, para muchos ya sin uso.

Pero la mayor parte del tiempo, lo apagamos y nos deshacemos rapidamente de él, al suelo o a la basura, aun humeando.

Eso seria todo entonces para el pobre fósforo, que pasó su vida esperando en una caja con otros compañeros, el día en que alguien lo sacara y pudiera demostrar lo que sabía, arder.

Se hace el fuego, la luz y el calor. Luego de unos segundos, nuestro fósforo muere, el humo es señal de agonía. Muere sí, pero con orgullo, cumplio con su propósito, ardió.

Me pregunto, ¿Qué pensarán los fósforos de aquellos que no lo logran? Los que mueren mojados por ahí, o aquellos que se ocupan para limpiarse los dientes o que se yo (suele ocurrir), tareas me imagino menos dignas para un fosforo?


¿Adónde se van los que no arden?

lunes, octubre 31, 2005

De pureza, ideologías y galaxias




Será bueno mantenerse puro? Es acaso posible? Conservar una ideología pura es una utopía?. Del momento en que somos nosotros, los hombres y mujeres los que la ponemos en práctica, tarde o temprano digamos que se chacrea.


Vale la pena seguir un ideal que en la práctica se ensucia?

Últimamente los acontecimientos externos e internos me han llevado a pensar con bastante frecuencia en esa idea que es de todos: cómo hacer de este mundo un lugar mejor.

Pienso en tantos discursos que he oido, pienso en tantas fórmulas. ¿En qué topamos?

Mi respuesta termina siendo la más triste y a la vez la más esperanzadora: topamos en nosotros.

Es necesaria una revolución? Ciertamente que sí y con urgencia. Pero antes es necesario librar la revolución interna en cada uno de nosotros, para llevar a cabo la revolución del amor, la empatía y la compasión. Con estos elementos como nuestra bandera no podremos fallar.

El hombre es un lobo para el hombre alguien dijo por ahí y mientras eso siga siendo cierto, no me imagino ninguna revolución de la forma en que la sueño. Porque creo que si vamos a ser utópicos, soñadores, ilusos y cándidos, entonces a serlo con cuática y de una vez!

Cansado estoy de aquellos que creen tener la verdad y que hacen suya la lucha por los oprimidos, cuando su voz transmite venganza y resentimiento; su discurso, el objetivo del poder.

Ciertamente que el dios debe de entretenerse bastante con nuestros juegos.

Ciertamente que la mayoría del mundo se está ahogando en un vaso de agua en este momento.

Ciertamente necesitamos una revolución del espíritu, que no busque ese poder.

Será necesario acaso que de otras dimensiones envíen a otro adelantado?

La galaxia termina un ciclo y estoy espectante. Listo? En ningún caso.

martes, octubre 11, 2005

Aproximación al Amor II


Desintegración de la persistencia de la memoria (1952-1954)

Un segundo aporte a esta serie. Me asombro.


Timing Interpersonal

Me concedo el creer que sí he amado.

Por eso creo cierto también que eso no basta. Que más.

Conversando con un amiga sobre sus infortunios en estas tierras, llegamos a esa misma conclusión. En el fondo, ninguno de los dos – pese a considerar que sí lo habíamos hecho – ha logrado saborear ESE amor que me gustaría creer todos anhelamos.

Ese que intuimos al ver a esos viejitos de la mano por la plaza, dando testimonio con un beso, de que no estamos tan perdidos después de todo.

Y claro, el tiempo y el espacio son tan importantes, tanto que ni los consideramos siquiera.

Y es que yo no soy yo, sino yo aquí y ahora.
Y es así como nos juegan malas pasadas y se divierten y gozan. Por lo menos yo lo haría si fuera uno de ellos.

Sabiendo esto, solo espero llegar a tiempo al lugar donde te encuentres.




martes, octubre 04, 2005

Momentos gratos


Sauce llorón
Claude Oscar Monet
1918-19


Por un momento, sonrisas de niños me trasladaron al campo, la tierra, el barro, la cacería de gusanos, las persecuciones de pollos y chanchos, el aire tibio, los juegos, el estero, picadas de abejas.

Por un momento, sonrisas de niños me dieron esa paz, de ver al sauce llorar, del verano que recién comienza, del cielo verdaderamente estrellado.

Por un momento... tu sonrisa me hizo creer que estabas ahí.

domingo, octubre 02, 2005

De sueños, niños y hombres


Por mucho tiempo viví preguntandome hacia donde ir, cual era el camino. Marcado por Damian y ese mensaje que se me hizo tan marcado en la obra de Hesse: Encontrarse a uno mismo.

Y aquí estoy, igual que ayer preguntándome. Aunque no igual del todo, han pasado no pocos años. Hoy me encuentro más lejano a aquel niño que no quería ser hombre (pese a que jugaba a serlo, como cualquier niño), que era tirado por ambos mundos, aquel mundo fácil de la niñez, ese mundo de los sueños que por los cuales no era necesario luchar, a este otro mundo donde no nos queda más que hacerlos realidad.

No habría sido difícil renunciar a dar tal paso, de hecho me imagino que así es como debe vivir un número no despreciable de personas. Algo así como embotado en la matriz del consumismo, ese juguete nuevo que a los adultos les permite quedarse en aquella niñez de la que con algo de pena y nostalgia trato de escapar.
Y aquí estoy. Aún en medio de aquella lucha, pero más cerca de eso que no conozco y que anhelo. Porque no es mucho tiempo el que tenemos, y no es poco lo que podemos hacer, tantos sueños por los cuales luchar y hasta morir y hasta vivir.

Hoy sigo soñando como el niño que fui, ese niño que aun me habita y que muy probablemente nunca me abandone. Ese niño travieso que me invita a sus juegos nimios, a la cómoda seguridad del pecho. Y así como Harry con sus egoístas dos personajes, creo yo ir y venir entre el niño que con sus jueguetes sueña con ser hombre y el hombre que como un niño sueña y espera hacer valer su tiempo de paso por este purgatorio.

Hoy y cada vez más que antes, siento por momentos ese "uno mismo" y son solo esas sensaciones las que me han llevado a este punto final.

lunes, julio 25, 2005

Aproximación al Amor I

Una nueva serie que seguramente quedará inconclusa, como todas las anteriores. No puede ser de otra forma en la esquina limítrofe. Donde los proyectos se empiezan pero nunca se terminan.

¿Porqué necesitamos caer para saber que estamos tambaleando? ¿Porqué se nos ha de privar eso que tanto se valora para así valorarlo verdaderamente? ¿Porqué maldita sea, el hombre es un animal de costumbre?

No debiera uno acostumbrarse a las cosas. En ese mismo instante deja de valorarlas y es en ese momento en solo perdiendo ese objeto de valor (solo una forma de decir) despertamos de esa maldita apatía, de ese embotaminto tan particular del hombre y tan estúpido.
En ese momento en que despertamos, nos damos cuenta de lo que hemos perdido y mágicamente extrañamos, anhelamos, deseamos una vez más.
¿Cómo lograr no caer para saber que tambaleamos? Es posible, muchas veces he tropezado sin caerme. Pero en esto no logro encontrar la forma.
Es demasiado tarde para extrañar, demasiado tarde para volver a valorar. Es tarde y ahora solo queda levantarse y continuar con el camino. Seguramente tendrás la suerte de valorar otros tesoros. Y qué pena me da el hombre, seguramente solo para acostumbrarse y olvidarlos, solo para despertar y extrañarlos con amargura.
¿Cómo romper esa cadena? ¿Será eso el amor? En ese caso, solo veo dos explicaciones. O mi amor no basta, o simplemente nunca he amado.

miércoles, junio 22, 2005

Despedida inesperada en un callejón cualquiera

Y entonces el niño comprendió. Tomó su mano, y mirándola a los ojos le dijo: "Adiós". Luego se dió media vuelta y se sentó, para observar mejor la muralla de aquella calle sin salida.

¿Qué se puede hacer con el amor?

Ayer caminando de noche, me encontré una pareja besándose apasionadamente. No quise molestarlos, por lo que decidí cruzar al frente. En ese momento recordé nuestros besos, cuando éramos nosotros los enamorados, cuando no importaba donde, cuando nada más existía.

Ni siquiera aquel caminante solitario que ingenuamente se preocupó de no molestarnos.